Ser un emprendedor hoy en día es algo que puede proporcionarte grandes beneficios si se hace bien, por eso en este post vamos a hablar del espíritu emprendedor.
Pero no debes olvidar que ser emprendedor no siempre es fácil. No equivale a realizar otro trabajo en el que alguien te contrata y dependes de un superior. Aquí eres tú el que toma las decisiones y el que tiene la responsabilidad.
Por ello, no se puede empezar a desarrollar una idea sin tener antes un buen y correcto espíritu emprendedor que te asegure que tus proyectos van guiados por buen camino. ¿No sabes de qué estamos hablando? Te lo cuento en este post.
Índice
El espíritu emprendedor no nace: se hace
Nadie nace sabiendo, y por ello no puedes pensar que por el mero hecho de nacer ya puedes llegar a ser un buen emprendedor. Poder puedes, pero hacen falta una serie de cosas.
Tener espíritu emprendedor es saber identificar las buenas ideas y saber desarrollar correctamente los proyectos para lograr los objetivos que te hayas propuesto. Creo que no hace falta especificar más, porque esta definición vale para cualquier campo en el que te especialices.
Como ves, no es una cualidad con la que uno nazca. El espíritu emprendedor se gana con dedicación, saber hacer, formación y paciencia.
¿Cómo tener espíritu emprendedor?
Si te diera una fórmula mágica para tener éxito como emprendedor te estaría mintiendo, porque no existe. Siendo justos, tener alma de emprendedor requiere pasar por situaciones diversas y probar con la experiencia, pero al final todo termina saliendo bien si se actúa con cabeza.
Lo principal es ser constante en los proyectos, actuar con sentido común y tener paciencia y prudencia. ¿Te parece todo muy abstracto? No te preocupes, ahora te cuento 3 consejos prácticos que te pueden ayudar a mejorar en tu espíritu emprendedor.
1. Ten las ideas claras
Por obvio que suene, es uno de los errores más comunes a la hora de iniciar un proyecto: el no tener las ideas claras.
Empiezas pensando que quieres una cosa, después alguien te habla de una novedad que hoy está vendiendo mucho, te metes a ello, resulta que era un bulo, vuelves a la idea original, ya sin ganas, y terminas por abandonar el proyecto. ¿Te suena? Nos pasa mucho a los emprendedores.
El primer paso, imprescindible, que demuestra tener un buen espíritu emprendedor, es disponer de una mente con las ideas claras y un plan bien organizado de lo que quieres hacer. Si no tienes claros tus objetivos, ¿cómo se supone que vas a alcanzarlos?
Tómate tiempo para planificarlo bien, porque si te saltas este paso todo tu esfuerzo de emprendedor no servirá.
2. Escucha consejos de otras personas
Igual que ahora estás leyendo mis consejos, que valen para cualquier proyecto en general, es muy beneficioso escuchar las opiniones de otras personas, no importa si son de las que te van a acompañar en el proyecto o si son ajenas.
Un buen emprendedor llega a su idea dando y recibiendo, porque así crea una sinergia en la que todo el mundo sale beneficiado.
Por ejemplo, si tienes una tienda online con un diseño que te gusta, pero ves que ciertos productos no se venden tanto como otros, puedes pedir a diversas personas que te den su opinión por separado. Quizá haya que cambiar el diseño, o el reclamo del producto o cualquier otro aspecto que estés pasando por alto.
El espíritu emprendedor va acompañado de un lema: “Que un árbol no te impida ver el bosque”. Es decir, perspectiva ante todo.
3. Paciencia y ambición
Esta parte es quizás la más difícil de conseguir, pero si lo logras ya no habrá duda de que tienes un espíritu emprendedor y puedes lograr cualquier cosa que te propongas.
La paciencia es importante porque si al primer obstáculo que te encuentras te derrumbas, al final nunca lograrás nada. Recuérdalo bien: siempre, hagas lo que hagas, va a haber obstáculos y va a haber una forma de solucionarlos.
Ser ambicioso, por otro lado, también es importante. En realidad todos los emprendedores son ambiciosos. De hecho, si estás leyendo esto ya significa que eres ambicioso, porque quieres mejorar.
La clave en ambos casos es saber medir bien. No te puedes quedar corto (porque te caes al primer intento) ni te puedes pasar.
Imagínate que decides llevar al límite la paciencia y la ambición, y te quedas meses esperando ver resultados de un proyecto tan grande que no eres capaz de abarcar (por ejemplo, una tienda online con mucha competencia profesional). Lo único que tendrías al final serían pérdidas, por lo que para un emprendedor es importante saber cuándo una idea va bien encaminada o hay que modificarla o desecharla. Eso también se llama saber pivotar.
En general, para tener espíritu emprendedor y poder tener éxito en lo que te propongas, solo es bueno recordar estos consejos. Nadie te asegura que sea fácil, ni que vayas a lograr resultados de la noche a la mañana. Lo que es indudable es que, si tienes una buena base para tus ideas, triunfarás en aquello que te propongas.